martes, 9 de diciembre de 2008

Retrata obra ‘Lobos’ a la clase política

Por: Liliana Lejarazu/AGENCIA REFORMA
México, D.F.


Dicen que "el que con lobos anda, a aullar se enseña". Y de ello puede dar fe Héctor Bonilla, quien no puede evitar unirse al relajo que arman Pedro Armendáriz, Jesús Ochoa, Víctor Trujillo, Roberto D'Amico y Rafael Sánchez Navarro en los ensayos de la obra "Los Lobos", que se estrenará el 29 de enero en el teatro Julio Prieto.

"Nos llevamos demasiado bien. ¡Ya es un desmadre con estos miserables!", admite Bonilla. "Hay un ambiente muy cordial, lo cual es importante en teatro para abatir a ese enemigo que es la rutina".

"Oigan, y si mejor hacemos 'Entre Pancho Villa y una Mujer Desnuda'", propone Sánchez Navarro.

"¡Pero yo soy Diana Bracho!", contesta Armendáriz.

Ya encarrerado, Sánchez Navarro arremete contra Ochoa, quien en la obra da vida al coronel José Francisco Bazán.

"¡Chucho!, se te están cayendo las nalgas. Pensé que nunca te iba a pasar eso", bromea.

Pero en cuanto Bonilla ocupa uno de los asientos centrales de la tercera fila en el Foro Cultural Ana María Hernández en su calidad de director de escena, lo único que se escucha son los diálogos de cinco políticos corruptos que tratan de salvarse de la cárcel, a pesar de haber cometido un robo millonario a la nación.

"Reconozco que hubo una estafa, pero no les conviene que salga a la luz. El presidente estaría en peligro y nuestra incipiente democracia va a quedar manchada", dice D'Amico, quien da vida al subsecretario de estado Alejandro Corcuera.

La tensión entre los voraces lobos es tal que Sánchez Navarro se olvida de que hace unos momentos fue un "corderito" juguetón y para en seco al asistente del director, pues este le recordó unos diálogos que se había saltado.

"No me interrumpas hasta que yo te lo pida", pide enérgico el actor.

Y es que la obra, que fue adaptada del original argentino por Bonilla, está realizada en un tono serio.

"Es prácticamente una tragedia, que se parece mucho a la realidad. Va a ser muy interesante ver este trabajo en un año electoral (el 2009 son elecciones federales) porque la obra hace un retrato muy fiel de nuestra clase política mexicana.

"Va a demostrar cómo arriba se está hablando de una cosa muy distinta de lo que abajo se necesita", comenta Trujillo, quien da vida a Eduardo Muñoz, presidente de la comisión de Hacienda.

Y el diputado Rodríguez, interpretado por Arméndariz, se encargará de romper los momentos álgidos del montaje con sus comentarios mordaces.

Como estratega de la vieja guardia es muy ameno, pero Armendáriz aclara que sólo en la ficción se atreve a interpretar a un político.

"Me han ofrecido 10 mil cargos y de diferentes partidos, curiosamente, pero qué horror, qué espanto, aquí en esta obra se habla cómo se ejerce el poder y ¡no, no, no! Yo soy amigo de políticos, pero no para que me ayuden, sino para que no me estorben".

Luego de ensayar la mitad de la obra, Héctor corta a su jauría de actores muy a su estilo.

"Pues como cenicientas, ya es la medianoche, ya vámonos".

UNA GRAN MANADA

La obra teatral tendrá en su elenco a estupendos y reconocidos genios de la actuación


Pedro Armendáriz
Jesús Ochoa,
Víctor Trujillo
Roberto D'Amico
Rafael Sánchez Navarro


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